miércoles, 13 de mayo de 2009
sábado, 2 de mayo de 2009
dentro de una monótona existencia, y una tempesatad de situaciones, la memoria, ha recobrado su dominio para que, en cierta mediada, tenga yo conciencia de mi estado. siento que no me despierto de un sueño ordinario. recuerdo que soy propenso(a) a la catalepsia. Finalmente, como por el oleaje de un oceano, mi espiritu estremecido es arrollado por el horrendo espectro de la idea.
¡ espantosa es, por cierto, la sospecha; pero es mas espantoso aun esa sentencia de muerte! Puede afirmarse sin vacilacion que no existe hacho tan apropiado para inspirar la suprema angustia corporal y mental como el de un entierro en vida, la insoportable presion sobre los pulmones, los vapores sofocantes de la tierra húmeda, lo ajustado del sudario, el rigido abrazo de la estrecha morada, lo tenebroso de la Noche, el silencio parecido a un mar arrollador, la invisible, pero palpable, presencia del gusano destructor; estas cosas, con el pensamiento del aire y de la hierba de encima. Edgar allan poe
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