jueves, 4 de junio de 2009

miércoles, 3 de junio de 2009

Cuatro son las personas, que justifican mi existencia, cuatro personas que saben cuando rio de verdad, cuando lloro, mis trastornos y mis sentimientos, los demas son solo periodistas sin trabajo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

sábado, 2 de mayo de 2009

dentro de una monótona existencia, y una tempesatad de situaciones, la memoria, ha recobrado su dominio para que, en cierta mediada, tenga yo conciencia de mi estado. siento que no me despierto de un sueño ordinario. recuerdo que soy propenso(a) a la catalepsia. Finalmente, como por el oleaje de un oceano, mi espiritu estremecido es arrollado por el horrendo espectro de la idea.
hay momentos en que hasta para la serena mirada de la Razón, el mundo de nuestra triste humanidad puede parecer un infierno; pero la imaginación del hombre no es la de un mago para explorar con impunidad sus cavernas. Edgar Allan Poe
¡ espantosa es, por cierto, la sospecha; pero es mas espantoso aun esa sentencia de muerte! Puede afirmarse sin vacilacion que no existe hacho tan apropiado para inspirar la suprema angustia corporal y mental como el de un entierro en vida, la insoportable presion sobre los pulmones, los vapores sofocantes de la tierra húmeda, lo ajustado del sudario, el rigido abrazo de la estrecha morada, lo tenebroso de la Noche, el silencio parecido a un mar arrollador, la invisible, pero palpable, presencia del gusano destructor; estas cosas, con el pensamiento del aire y de la hierba de encima. Edgar allan poe
la ausencia, complicado, un lenguaje que se compara a ser enterrado en vida, las tragedias humanas, donde la desesperación, nos deja crear una presencia imaginaria y soñadora.
Sólo pensaba llevar una vida
retirada y taciturna, contrapuesta
a mis inclinaciones y a las
de la mayoría de los afligidos,
que buscan viajar para distraerse.
- henri de campion-










martes, 28 de abril de 2009

En Cuanto a Los Pulmones Cavernosos

intente gritar y mis labios y mi lengua, resecos, se agitaban convulsivamente en la tentativa; pero ninguna voz brotaba de mis pulmones cavernosos, que, oprimidos como por el peso aplastante de una montaña, jadeaban y palpitaban , lo mismo que mi corazón, a cada penosa y dificultosa inspiración. EDGAR ALLAN POE

lunes, 27 de abril de 2009





No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña aunque familiar historia que voy a relatar. seria verdaderamente insensato esperarlo cuando mis propios sentidos rechazan este testimonio. sin embargo, no estoy loco y tampoco lo he soñado. pero, por si muero mañana, quiero aliviar hoy mi alma, y para ello, me propongo presentar ante el mundo, clara, sucintamente y sin comentarios, una serie de sencillos sucesos domésticos que, solo trataré de aclararlos. A mi solo me han causado horror, pero quizás a muchas personas, más que terribles les parecerán extravagantes. mi visión una forma regular y tangible, y que no encuentre en las circunstancias que relato con horror más que una sucesión de causas y efectos naturales.
EDGAR ALLAN POE, EL GATO NEGRO